viernes, 11 de marzo de 2011

Literatura de Ecuador

Jorge Carrera

La literatura ecuatoriana se ha caracterizado por ser esencialmente costumbrista y, en general, muy ligada a los sucesos exclusivamente nacionales, con narraciones que permiten vislumbrar cómo es y se desenvuelve la vida del ciudadano común y corriente. De manera muy certera, podría decirse que Ecuador no ha dado literatos cuyos libros se vendan masivamente a nivel mundial. Talves el escritor más famoso a nivel mundial es Jorge Icaza sobre todo debido a su novela Huasipungo. Esta trata de la explotación y sometimiento de los indigenas en las haciendas serranas.

 

Otros escritores ecuatorianos han logrado ser medianamente conocidos en el contexto internacional, especialmente en los países hispanohablantes o iberoamericanos. Entre éstos tenemos a Juan Montalvo, José de la Cuadra, Joaquín Gallegos Lara, Pablo Palacio, Demetrio Aguilera Malta, Alfredo Pareja Diezcanseco, Adalberto Ortiz, Nelson Estupiñán Bass, Francisco Tobar García, Alfonso Rumazo González, Medardo Ángel Silva, Nela Martínez Espinosa, Alicia Yánez Cossío, José Martínez Queirolo, Javier Vásconez, Miguel Donoso Pareja, Jorge Enrique Adoum, Carlos Carrión, Agustín Cueva, Eliécer Cárdenas, Hernán Rodríguez Castelo, María Fernanda Espinosa, Fanny Carrión de Fierro, Edna Iturralde, Leticia Loor etcétera.

 

Uno de los aspectos más interesantes de las letras ecuatorianas, es que éstas han producido una cantidad notable de buena narrativa, con autores que lograron fotografiar la idiosincrasia criolla y plasmarla en sus relatos. Nadie podría decir, pese a la crudeza de su contenido, que por ejemplo las novelas de Jorge Icaza no son un retrato muy hábilmente fabricado de las horribles penurias del indígena de la sierra ecuatoriana. Icaza traslada al lector al escenario que describe e incluso utiliza el mismo lenguaje que tienen los protagonistas en la vida real.

 

Pero la literatura ecuatoriana no se limita únicamente a Icaza y el indigenismo. También existen otros grandes expositores de la misma, como Alfredo Pareja Diezcanseco, quien destacó más que nada como novelista. Éste, en contraposición a Jorge Icaza, creó novelas esencialmente urbanas, en las que aflora la denuncia social. También fue un gran historiador. Si seguimos en la senda de los novela dedicada a la denuncia social, es imprescindible nombrar a Joaquín Gallegos Lara, cuya obra, aunque breve, es magistral al aludir a los problemas que agobian a la clase obrera y la brutal explotación que ésta sufre a manos de empresarios inescrupulosos. En "Las cruces sobre el agua" narra la peor masacre obrera ocurrida en la historia del Ecuador (1922). Demetrio Aguilera Malta, en cambio, fue más que nada un novelista costumbrista aunque también muy multifacético. En sus escritos describió al "montubio", el típico campesino mestizo de la costa ecuatoriana. Entre las mujeres que escriben está Alicia Yánez Cossío, dueña de una considerable producción narrativa, en la que se incluye la novela "Sé que vienen a matarme", una notable novela acerca de la vida de Gabriel García Moreno y los excesos que cometió mientras era presidente de Ecuador.

 

En la literatura contemporánea podemos encontrar varios ensayistas importantes como Agustín Cueva y Bolívar Echeverría; narradores como Javier Vásconez, Eliécer Cárdenas, Huilo Ruales, Santiago Páez, Abdón Ubidia, Marco Antonio Rodríguez, Leonardo Valencia, Gabriela Alemán, e Iván Egüez; o poetas como Alexis Naranjo, Luis Alberto Costales, Iván Carvajal, Iván Oñate, Julio Pazos, Humberto Vinueza, Javier Ponce, Fernando Nieto Cadena, Jorge Martillo, Edwin Madrid, Paco Benavides, entre otros

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