sábado, 27 de noviembre de 2010

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Centro Histórico de Quito
Época precolombina
Los primeros registros de asentamientos humanos conocidos en el actual territorio ecuatoriano son de hace aproximadamente 12.500 años. Del Paleoindio quedan vestigios en Las Vegas, Chobsi, Cubilán y pinturas rupestres amazónicas. Además, existen múltiples vestigios de puntas talladas de obsidiana, cerámica, uso de metales y en menor medida construcciones, siendo las más relevantes las encontradas en el sierra norte, como son las pirámides de Cochasquí y, en la costa, las tumbas de la cultura La Tolita. En un principio, estas regiones estaban habitadas sólo de pequeñas poblaciones de indios hasta que pasaron a formar parte del gran imperio Inca.
Antes de la llegada de los españoles, el desarrollo de la cultura aborigen se había determinado en los períodos conocidos como Paleoindio, Formativo, de Desarrollo Regional, de Integración e Inca.
A la llegada de los incas, se estima que habitaban en el territorio del actual Ecuador más de 46 pueblos descendientes de los minchaleños y encarnacionillos y los más numerosos: Pastos, Caranquis, Imbayas, Paltas, Puruháes, Panzaleos, Cañaris, Quitus, Hambatus y otros, que fueron sometidos por la mayor potencia militar del Incario y por pactos regionales entre los monarcas locales y los delegados del Inca. Durante el Incario, se construyeron algunos asentamientos con la arquitectura foránea, siendo de los más importantes Ingapirca (aún se conserva buena parte de los restos arqueológicos) y Tumipampa (Tomebamba) (la ciudad de Cuenca fue fundada sobre la última aunque se conservan sus ruinas en algunos sectores). La permanencia de este pueblo no fue mayor a 60 años.
Etapa española
En 1534, el español Sebastián de Benalcázar conquistó tierras ecuatorianas. Éste, una vez tomada la capital, Quito, el mayor asentamiento poblacional prehispánico en 1563, la refundó como ciudad española, capital de la Presidencia de Quito y Real Audiencia de Quito formando parte del Virreinato del Perú. Los españoles utilizaron no solamente los asentamientos urbanos indígenas como base de las nuevas ciudades mestizas, sino que también usaron varios elementos de la estructura social autóctona para colonizar los territorios que ocuparon; los indígenas los superaban en número pero los españoles tenían una mayor destreza militar por lo que sometieron a las poblaciones indígenas. Los Incas, además de estar en guerras internas desconocían las armas de fuego. Se dice que muchos indígenas pensaron que los españoles que montaban sus caballos eran seres de cuatro patas y comparaban el sonido de los cañones con el de los truenos, pero no pasó mucho tiempo para que los indígenas empezasen a defenderse a pesar de su desventaja.
En 1739, se integró el Virreinato de Nueva Granada junto con Caracas, Panamá y Santa Fe de Bogotá. Las relaciones entre la población autóctona y los recién llegados se rigieron por instituciones jurídicas como la Mita y la Encomienda, esta última aprobada por las Leyes de Burgos en 1512 para la defensa de los indio. Enfermedades como el sarampión diezmaron la población indígena. Esto hizo que para el trabajo forzado se trajera población africana negra, en calidad de esclavos, lo que contribuyó al mestizaje del Ecuador actual. Además de los esclavos negros, gran parte de la población negra en el país es de la actual Esmeraldas. Se dice que un barco de esclavos naufragó frente a las costas esmeraldeñas y una gran cantidad de esclavos quedaron ahí con dos españoles supervivientes que murieron al poco tiempo.
La colonia permitió el desarrollo de las artes, especialmente la arquitectura, pintura y escultura. En la Colonia se destaca la Escuela Quiteña, como un espacio de alta producción artística, famosa hasta la actualidad, por autores como Miguel de Santiago, Caspicara y Bernardo de Legarda, entre otros. La imaginería religiosa se reconoce por la finura en la confección y la innovación escultórica que permite el movimiento de las extremidades y de los ojos en las figuras.
Emancipación y Gran Colombia
Los primeros movimientos empezaron en 1809 con la rebelión de los Criollos contra el dominio español conocida como Primer Grito de Independencia Americana. Aunque hay otros precursores como Eugenio Espejo, sabio criollo de origen mestizo que lanzó las primeras proclamas por escrito en la publicación El Nuevo Luciano de Quito. Los sublevados formaron una Junta de Gobierno provisional el 10 de agosto de 1809 en Quito, pero los participantes acabaron siendo encarcelados y asesinados en la Matanza del 2 de agosto de 1810. En esa fecha los sublevados no propugnaban la independencia sino que hablaban de una República Monárquica o una Monarquía Republicana, sino cambiar las autoridades "afrancesadas" en Quito, manteniendo fidelidad al cautivo rey Fernando VII.[7] Parte de la historiografía del Ecuador considera este suceso como el Primer Grito de Independencia Hispanoamericana y el inicio del proceso de emancipación de la región.
Terminado el dominio francés y con la negativa del rey de España, Fernando VII, de acatar la Constitución de Cádiz, se desencadenaron una oleada de movimientos independentistas en la América Española. Es así como la antigua Presidencia y Audiencia de Quito consigue escindirse de la metrópoli en la Batalla de Pichincha del 24 de mayo de 1822, gracias al triunfo del Mariscal Antonio José de Sucre, lugarteniente de Simón Bolívar.
El territorio de Guayaquil (que se había separado de España el 9 de octubre de 1820 y mantenía un gobierno propio) pasó a formar parte de la Gran Colombia bajo el nombre de Distrito del Sur junto a los territorios de Quito y Cuenca. El colapso de la nueva república dio lugar a la formación de los estados soberanos de Nueva Granada (actuales Colombia y Panamá), Venezuela y Ecuador en 1830.
Cuando en 1822 el ejército independentista, comandado por Antonio José de Sucre, venció a las fuerzas realistas en la Batalla de Pichincha, los territorios formaron parte de la Gran Colombia, pero la gran rivalidad entre su presidente, Simón Bolívar, y su vicepresidente, Francisco de Paula Santander, ocasionó la disgregación de la Gran Colombia. Desde 1830, año del fin de la Gran Colombia, las naciones de: Ecuador, Colombia, Venezuela y Panamá mantuvieron su nexo político y económico ya que se continuaron como estados federados durante 5 años más.
Primer siglo de la República
La República del Ecuador como tal, vio la luz en 1830 cuando abandonó definitivamente la federación de la Gran Colombia debido a problemas internos. Para la naciente nación se esperaba como presidente al libertador Antonio José de Sucre que venía desde Colombia a Quito para probablemente tomar las riendas del país por su gran popularidad en el departamento del sur, pero cayó muerto tras ser tiroteado en el trayecto; según las versiones más difundidas fue mandado a asesinar por el venezolano Juan José Flores quien, a la postre, tomó la primera presidencia de la República del Ecuador. Flores tomó un país en caos y lo organizó en 15 años de mandato interrumpido de 1834 hasta 1839, año en que Vicente Rocafuerte tomó la tutela nacional. Cuando el venezolano llegó al tercer período presidencial, los grupos de poder de la costa se levantaron con el fin de eliminar el militarismo extranjero. El presidente al cargo fue José Joaquín de Olmedo, gran pensador guayaquileño que, lamentablemente, se mantuvo en el poder sólo hasta que el legislativo llamó a elecciones y se nombró a Vicente Ramón Roca como tercer presidente constitucional del Ecuador. De 1845 a 1859 se vivió un período de gobiernos liberales hasta que una nueva revuelta llevó a nuevas elecciones en donde la figura de Gabriel García Moreno llegó a la política nacional en 1859 y hasta 1875, año en que es asesinado.
Los gobiernos de García Moreno son criticados desde la esquina liberal como un régimen autoritario, represivo y dictatorial vinculado al clero católico y que aunque fomentó una política de construcción de obras públicas como el ferrocarril, escuelas y hospitales, se vio opacada por las múltiples y constantes violaciones a los derechos humanos y a la libertad de culto. Por su parte, los conservadores discrepan sobre la represión, abusos y autoritarismo aludiendo que en realidad fue un hombre santo que vivió como un buen cristiano y que logró gran desarrollo en el país, todo este período fue de represión contra los liberales ecuatorianos.
García Moreno, cuando se encontraba en su tercera presidencia, fue asesinado en el balcón del Palacio de Carondelet en Quito por manos de un liberal, según la versión conservadora fue por intereses políticos de los liberales que querían llegar al poder, mientras que para los liberales se trató de que García Moreno mantenía una relación amorosa con la esposa de Faustino Rayo.
Tras la muerte de Gabriel García Moreno, los dos partidos políticos del Ecuador trataron de unificar su pensamiento hacia lo que se denominaría el progresismo a una suerte de conservadurismo liberal. Antonio Borrero Cortázar fue el primer presidente fruto de esta unificación, pero apenas duró un año en el poder y sería seguido por Ignacio de Veintimilla y la posterior aparición del reformista Eloy Alfaro. El momento más importante de la historia del progresismo sería cuando en el período del presidente Luis Cordero se realizó la conocida Venta de la Bandera lo que desencadenó en la revuelta militar que dio origen al liberalismo ecuatoriano con Eloy Alfaro como presidente constitucional.
Hubo un Gobierno Plural Civil-Militar en el cual cada integrante de la junta gobernaba por una semana, gobernando así hasta marzo de 1926 cuando la junta cesó su actividad y se nombró como presidente a Isidro Ayora quien expidió una nueva constitución, la número 13, en su gobierno se creó el Banco Central del Ecuador, Banco de Fomento, la Superintendencia de Bancos, la Caja de Pensiones, la Dirección Nacional de Aduanas, entre otras dependencias estatales; en 1930 se produjo una deflación general y Ayora se vio presionado a renunciar, dejándole el poder al ministro de Gobierno, Luis Larrea Alba, quien asumió el poder el 24 de agosto de 1931 y ante la negativa del congreso para adquirir poderes plenos, decidió disolverlo y el pueblo reaccionó frente a la dictadura y así él entregó el poder al presidente del Senado, Alfredo Baquerizo Moreno, quien convocó comicios presidenciales para octubre, y tras una serie de problemas de gobiernos, Velasco Ibarra se posesiona en 1934. Seria hacia 1941 justo y en curso de la segunda guerra mundial que el Perú invade la provincia de El Oro lo que desencadenaría la Guerra peruano-ecuatoriana.
Interrupción del sistema constitucional y gobiernos militares
Hacia comienzos de 1972 el Ecuador era un país sumido en el caos, con un presidente convertido en dictador civil, elecciones generales próximas a celebrarse y actores políticos cuyas futuras acciones eran impredecibles. Finalmente las fuerzas armadas decidieron intervenir, tomarse el poder e interrumpir el incipiente sistema constitucional en el que el país estaba inserto desde 1968. En febrero de 1972, hubo un golpe de Estado que tomó por sorpresa a la opinión pública y a la comunidad internacional.
El derrocamiento de Velasco Ibarra sucedió en Guayaquil y fue ejecutado materialmente, y sin que se disparara ni una sola bala, por un oficial de la Armada llamado Jorge Queirolo Gómez, pero llevó al general Guillermo Rodríguez Lara al poder, quien se proclamó "nacionalista" y "revolucionario", lo que devino en una serie de nacionalizaciones, las que pueden ser evaluadas más o menos críticamente pero que, para el momento en cuestión, resolvían los temas básicos del sistema productivo y social del Ecuador. Así, el Gobierno creó en 1972 CEPE, la Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana (actualmente Petroecuador) y emprende el camino hacia la adquisición, paso a paso, de las acciones mayoritarias del Consorcio Texaco - Gulf (Gulf Oil Corporation) - Cepe.
El Ecuador da signos de querer adquirir autonomía nacional en el manejo del petróleo: en 1973 el Ecuador ingresa en el organismo más importante a nivel mundial de los países oferentes de petróleo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). En 1974 adquiere el 25% de las acciones del Consorcio que operaba en Ecuador. En 1976 asciende al 62%, hasta que finalmente, adquiere la totalidad de las acciones. Con este tránsito, el estado ecuatoriano pasa a ser, el propietario del petróleo.
El gobierno de Rodríguez Lara también creó el Instituto Ecuatoriano de Electrificación o Inecel (actualmente Corporación Eléctrica del Ecuador o Celec) y un sistema para asegurar el aprovisionamiento de víveres básicos para los sectores populares: Emprovit (Empresa Nacional de Productos Vitales), que expedía esos productos a precios accesibles. También creó el Instituto Ecuatoriano de Telecomunicaciones (Ietel).
El 1 de septiembre de 1975, se produjo un intento de golpe de Estado dirigido por el general Raúl González Alvear, en el cual, miembros de la Brigada Patria y del batallón de paracaidistas se enfrentaron a la escolta presidencial que se atrincheró en el Palacio de Carondelet, en una balacera que duró más de cuatro horas y que dejó un saldo de 22 muertos y más de 80 heridos y que produjo serios daños a las fachadas del palacio de Gobierno. Luego de estos hechos, el general González fue exiliado a Chile y el general Rodríguez promulgó un decreto-mordaza para proteger el "prestigio" de las Fuerzas Armadas de los comentarios de los medios de comunicación. A pesar de todo esto, la situación del general Rodríguez se hizo insostenible y el Consejo de Generales de las Fuerzas Armadas le pidió su renuncia, acto que se concretó en enero de 1976. El Gobierno quedó en manos de una nueva junta militar, presidida por el almirante Alfredo Poveda Burbano (Armada) e integrado por los generales Guillermo Durán Arcentales (Ejército) y Luis Leoro Franco (Fuerza Aérea). Su ministro de Gobierno, el entonces coronel Richelieu Levoyer, estructuró el Plan de Retorno a la Democracia que, en sus partes sustantivas, consistía en la formación de una nueva asamblea constituyente convocada por la Junta Militar, la que redactó una nueva Constitución y organizó un referéndum que tuvo efecto en enero de 1978, con el que el pueblo ecuatoriano eligió por simple mayoría entre la Constitución de 1945 reformada y la nueva Constitución. La última parte del plan de la Junta Militar fue convocar a elecciones generales, en las cuales participaron 17 partidos políticos aprobados por el Régimen.

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